“Вся власть от Бога. Там, где есть власть, есть мощь.”
Leviathan es una película completa y compleja, cargada de simbolismos que no hacen más que enriquecer el trama; para empezar está el título del film, ya que Leviatan es una criatura bíblica una bestia marina asociada a Satanás, que representan los problemas a los cuales están expuesto esta familia disfuncional: padre alcohólico, hijo rebelde, madrastra que trata de ser escuchada; ya que el corrupto alcalde del pueblo quiere comprar su casa a un precio ridículo, y vemos los vanos esfuerzos de como ellos desean recuperar su propiedad; en donde las amistades no son lo que parecen (no todo el que te sonríe, tiene intenciones de ser tu amigo; dice una frase célebre) vemos traiciones e intereses oculto, de este modo Zviáguintsev muestra las corrupción rusa (en realidad se puede tratar de cualquier país del mundo) el desenfreno del poder y dinero, de la hipocresía y la falsa moral (simbolizada principalmente en el sacerdote ortodoxo), y el abuso del alcohol ya que se muestra que muchos utilizan ese medio para solucionar (o mejor dicho olvidar) los problemas. Una crítica a la sociedad y sistema ruso, donde ninguno es 100% inocente, ya que todos se valen de artimañas para obtener lo que desean.
Un flim lento donde el director juega con las emociones del espectador, trágico por momentos, cómico muy pocas veces, amargo como un primer sorbo de vodka pero espléndido en las imágenes, frío como el carácter de los rusos (al menos el estereotípico) pero bello como las mujeres y sobre todo espléndido como sus paisajes; sin ninguna duda lo más atractivo de la película son sus escenas no vistas (infidelidad, pelea, suicidio) que genera espasmo al estupor al observador ya que permite trabajar a la imaginación, y para acabar la alegoría a la historia bíblica de Job es precisa ya que este trabajo se puede interpretar como una adaptación moderna a esta historia, un trabajo brillante.
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