Madeinusa es la opera prima de la cineasta peruana Claudia Llosa, y está protagonizada por la actriz peruana Magaly Solier.
La historia es simple, son las aventuras de Salvador un limeño (aparentemente de clase media o alta) que de casualidad llega a un pueblo ubicado en los andes del departamento de Ancash (exactamente en Manayaycuna; y Ancash es un departamento que está al norte de Lima, capital del Perú) su llegada es al mismo tiempo que dicho pueblo celebra su las fiestas de semana santa (donde Dios ha muerto y no existe el pecado); para la mala suerte de Salvador este pueblo es muy hermético con los foráneos haciendo que su presencia no sea bien vista. Por otro lado tenemos a Madeinusa (protagonizado por Magaly Solier) ella es huérfana e hija del alcalde del pueblo; su nombre bien de una castellanización de Made In U.S.A. (hecho en los EE.UU.); la joven virgen que gana el concurso de belleza, de personalidad tímida y reservada, que además tiene problemas familiares (su hermana esta celosa de ella y su padre la quiere violar), cuyo sueño es ir a Lima para re encontrarse con su madre. Ambos personajes se conocen ya que Madeinusa se apiada de Salvador que en ese momento estaba encerrado, luego tienen sexo (la escena de sexo más corta del cine peruano), ella le pide que le ayude a cumplir con su sueño de ir a Lima, al principio el duda pero luego de varias peripecias cambia de opinión, pero al final le resulta imposible de ayudarla.
La película no me gustó, pues más me pareció un conjunto de ideas sueltas, que no llevan a nada, llena de situaciones forzadas con diálogos monótonos. Un sinfín de imágenes llenas de metáforas que intentaban mostrar la idiosincrasia y cosmovisión del hombre andino del Perú, pero sin llegar nada concreto, es más todo esa simbolización en algunos casos me parecieron ridículas e inverosímiles; otrosí, desde mi punto de vista mostrar al campesino de esas zonas como un ser bruto y primitivo, en contraste con el limeño que quiere dársela de salvador (irónicamente es el nombre del personaje limeño, ¿coincidencia?) me apreció desatinado; es verdad los hechos son de ficción, y estoy seguro que la intención de Claudia Llosa, no fue de ridiculizar ni dar mala imagen a nadie, empero en un país dividido y en donde las heridas coloniales aún no se han cerrado, estas escenas pueden caer en la mala interpretación hasta llegar al punto de indignación.
En resumen una película sin pies ni cabeza, que puede llevar a la mala interpretación, sin nada sobresaliente (solo las bellas imágenes del andes peruano), sin trama, y con un final que intenta ser confuso y enigmático, nada que ver con La Teta Asustada, la segunda película de Llosa en donde Solier también es la protagonista.
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