La Tribu (en ucraniano: Плем'я, Plemya) es una película Ucraniana dirigida y escrita por Myroslav Slaboshpytskyi, producida por Iya Myslytska y Valentyn Vasyanovych, protagonizada por Grygoriy Fesenko , Yana Novikova , Roza Babiy , Oleksandr Dsiadevych, Yaroslav Biletskiy, Ivan Tishko, Oleksandr Osadchyi entre otros; es una película muda siendo la opera prima de Slaboshpytskyi, y fue una de las más galardonadas del 2014 debido a su singular forma por la cual fue presentada.
Esta es la película más difícil que me ha tocado escribir, no es por su trama, ni por el contenido, es que es una película sin sonido, y no es que tenga nada contra el cine mudo, es más considero que hay muchas joyas dentro de ese género, y que todo aquel que siente el mínimo respeto hacia el arte cinematográfico, debe haber visto aunque sea un par de película del señor Charles Chaplin, un icono del cine mundial; sin embargo Плем'я no es una película de principios del siglo XX ni mucho menos ambientada en ese periodo todo lo contrario es actual, salvo la ausencia de sonido no tiene ninguna relación con los primeros filmes de la historia, no hay letreros que indican acción o tiempo, no hay música (ni al principio, ni en el desarrollo, ni en los créditos finales), el poco sonido que existe es el ruido de los vehículos, y alguna que otra onomatopeya, la sinopsis es sobre un nuevo alumno que ingresa a un internado mixto de sordo mudos y para sobrevivir entra a la banda que domina el colegio, entrando a un mundo de contrabando, sobornos y prostitución, poco a poco el protagonista va ganando espacio dentro de la tribu hasta que se enamora de una de las concubinas del líder.
La película tiene un ambiente crudo, que se debe a que predomina los colores oscuro y opacos, así mismo la locación que más se asemeja a un reformatorio que a una escuela/internado dándole un ambiente militarizado donde existe una jerarquía pre establecida, favoreciendo a la existencia del abuso, ya que el más fuerte abusa del más débil para sobrevivir, es como si el director desea exponer que nosotros somos cómplices silenciosos de los abusos, de las ilegalidades, de la degeneración, pero no nos importa nos hacemos los sordos, seguimos con nuestras vidas, ya que nuestro egoísmo y nuestro estatus quo nos impide hablar y oír.